El recién nombrado primer ministro polaco, Donald Tusk, se estrenó en el Parlamento con el anuncio de la retirada de las tropas desplegadas en Iraq. Esta medida, no extensible a Afganistán, afectará a un contingente de alrededor de 900 soldados y se hará efectiva en inicio y en fin para 2008.
"En el plazo de un año, anunciaré ante esta Cámara que nuestra misión militar en Iraq ha acabado", señaló Tusk ante los parlamentarios.
Reino Unido primero, y ahora Polonia. Si el primer ministro británico, Gordon Brown, anunció recientemente la reducción drástica del despliegue militar en Iraq, su recién nombrado homólogo turco hizo lo propio pero de forma completa. Y es que Donald Tusk aseguró hoy en su primer discurso ante el Parlamento de Varsovia que pondrá fin el año que viene a su misión en Iraq, donde cuenta con alrededor de 900 soldados y lidera el contingente de diez naciones y 2.000 militares que controla la parte centro-sur del país.
"En el plazo de un año anunciaré ante esta Cámara que nuestra misión militar en Iraq ha acabado", señaló Tusk en su discurso, una semana después de asumir el cargo de primer ministro. De esta forma, la iniciativa tendrá inicio y fin en 2008. "Llevaremos a cabo la operación con el convencimiento de que hemos aportado más de lo que nuestros aliados, especialmente Estados Unidos, esperaba de nosotros", ensalzó Tusk.
Asimismo, el flamante primer ministro polaco no hizo extensible esta retirada a los 1.200 efectivos con los que su país cuenta en Afganistán. En cualquier caso, la decisión final relativa a las misiones militares en el extranjero corresponde al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y firme defensor del despliegue en Iraq. Sin embargo, Kaczynski no puede optar por el mantenimiento de la misión unilateralmente.
Apoyo al Tratado de Lisboa
Tusk aprovechó su discurso, el más extenso de la historia, no sólo para aludir a la parte militar, sino también a sus relaciones con el extranjero. En este sentido, confirmó la próxima ratificación del recientemente firmado Tratado de Lisboa, destinado a reformar la Unión Europea, y cuyas negociaciones generaron conflictos entre el Gobierno saliente y otros Estados comunitarios. Además, Tusk aludió a la reanudación de las negociaciones con Estados Unidos sobre la instalación del sistema antimisiles. No obstante, el primer ministro advirtió de que consultará antes con la OTAN y los países vecinos a este respecto.
En cuanto a asuntos domésticos, el nuevo Gobierno apostará por incentivar la participación de capital privado en las empresas, reducir los impuestos y el déficit estatal. El objetivo de estas medidas quedó claro: favorecer la adopción del euro "tan pronto como sea posible", aunque el primer ministro rehusó dar una fecha concreta.
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